que tratamos 2019-10-31T22:54:26+01:00

Patologías

Reumatología

El paciente reumático obtendrá un beneficio mayor si es derivado a un Fisioterapeuta que conozca sus características y problemática, ya que la Fisioterapia puede ofrecer a este tipo de paciente soluciones a corto y medio plazo como coadyuvante en el manejo del dolor articular y en la prevención de deformidades esqueléticas. Es importante destacar que el dolor crónico y las deformidades sobre la funcionalidad son variables trascendentales para la calidad de vida del enfermo reumático.

FIBROMIALGIA

FIBROMIALGIA

Es un síndrome común por el cual las personas experimentan dolor prolongado en todo el cuerpo y puntos de sensibilidad en las articulaciones, los músculos, los tendones y otros tejidos blandos.

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ARTROSIS

ARTROSIS

La artrosis o enfermedad degenerativa articular, es la más común de las enfermedades articulares. Ocurre con más frecuencia en personas de edad media y ancianos, afectando el cuello, la región lumbar, rodillas, caderas y articulaciones de los dedos.

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ARTRITIS

ARTRITIS

Es una inflamación de una o más articulaciones que provoca dolor, hinchazón, rigidez y movimiento limitado. Existen más de 100 tipos diferentes de artritis.

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Traumatología

Es el principal campo de actuación dentro de la fisioterapia. Nos podemos encontrar con diferentes tipos de lesiones:

FRACTURAS

FRACTURAS

Una fractura es la pérdida de continuidad normal de la sustancia ósea. La fractura es una discontinuidad en los huesos, a consecuencia de golpes, fuerzas o tracciones cuyas intensidades superen la elasticidad del hueso. El término es extensivo para todo tipo de roturas de los huesos, desde aquellas en que el hueso se destruye amplia y evidentemente, hasta aquellas lesiones muy pequeñas e incluso microscópicas.

Los métodos de clasificación de fracturas son varios, y dependen del tipo de rotura del hueso o zona corporal afectada, así como de otros factores asociados. Se pueden clasificar según su etiología en «patológicas», «traumáticas», «por fatiga de marcha o estrés» y «obstétricas».

El papel fundamental del fisioterapeuta es aliviar el dolor, evitar deformación, rigidez e impotencia funcional y corregir la movilidad articular perdida después de una fractura.

LUXACIONES

LUXACIONES

Una luxación es toda lesión cápsulo-ligamentosa con pérdida permanente del contacto de las superficies articulares, que puede ser total (luxación) o parcial (subluxación).

La actuación del fisioterapeuta en este tipo de lesiones es prioritaria para evitar anquilosis y la pérdida de movilidad, así como las posibles deformaciones que se pueden derivar de la inmovilización.

ACCIDENTES DE TRÁFICO

ACCIDENTES DE TRÁFICO

Cuando hay lesionados en los accidentes de tráfico o atropellos se producen una serie de lesiones que son más frecuentes: esguince cervical, síndrome del latigazo cervical, contracturas, protrusiones y hernias discales, dorsalgias, lumbalgias, esguinces, fracturas, luxaciones etc.

Por lo que es necesario abordarlas con seguimiento médico y tratamiento fisioterápico.

ESGUINCES

ESGUINCES

Un esguince es la rasgadura, torsión, distensión o estiramiento excesivo de algún ligamento(banda resistente de tejido elástico que une los extremos óseos en una articulación). Se produce debido a un movimiento brusco, caída, golpe o una fuerte torsión de la misma, que hace superar su amplitud normal.

Los esguinces causan dolor, inflamación e impotencia funcional. Su tiempo de recuperación varía en función de la gravedad y la cronicidad de la lesión. Se distingue entre esguinces leves (los ligamentos están simplemente distendidos), y esguinces graves (los ligamentos están rotos).

Son más comunes en el tobillo, codo, muñeca, pulgar, cuello y algunas zonas como la columna vertebral, aunque también afectan a otras regiones corporales.

Se pueden emplear una gran variedad de técnicas y métodos de fisioterapia para tratar un esguince dependiendo de la fase en la que se encuentre. Destacan fundamentalmente la crioterapia, vendajes funcionales y neuromusculares, drenaje manual, movilizaciones, manipulaciones, masaje cyriax, técnicas propioceptivas, etc.

CONTRACTURAS

CONTRACTURAS

La contractura muscular consiste en la contracción persistente e involuntaria de un músculo. Puede ser causa o consecuencia del dolor de espalda (por un mecanismo reflejo.)

La contractura aparece esencialmente cuando se exige al músculo un trabajo superior al que puede realizar, ya sea intenso y puntual -por ejemplo, un esfuerzo excesivo- o mantenido y menos intenso -por ejemplo, mantener unas horas una postura inadecuada-. Por otra parte, algunas anomalías de la columna vertebral o desequilibrios de la musculatura favorecen que unos grupos musculares estén trabajando constantemente más de lo necesario, lo que les predispone a contracturarse.

Eso mismo ocurre cuando falta potencia a la musculatura y se le exige que realice esfuerzos que exceden su capacidad. En ese tipo de situaciones es fundamental hacer el ejercicio adecuado para cada caso específico, con el fin de contrarrestar esa tendencia y evitar la repetición de las crisis.

La contractura muscular causa dolor de espalda por varios mecanismos:

-La contractura de un músculo activa directamente los nervios del dolor que están en él, desencadenando dolor de espalda.

-Además, el músculo contracturado puede comprimir la arteria, disminuyendo su riego sanguíneo. En esa situación se forma un círculo vicioso porque el músculo con menos riego tiende a contracturarse más fácilmente y, además, la falta de sangre activa más los nervios del dolor.

Si esa situación se mantiene un período prolongado o se repite con frecuencia, el músculo se contractura cada vez con mayor facilidad. En esa situación, hacer el ejercicio físico adecuado es fundamental para romper esa tendencia.

La fisioterapia, que consiste en la aplicación de calor, masajes y la realización de determinados ejercicios, es imprescindible para la recuperación de este tipo de lesiones. El masaje actúa de dos formas: en primer lugar evita que se formen adherencias en el foco inflamatorio, y puede eliminar las de formación reciente, y en segundo lugar, la fricción que proporciona el masaje aumenta el flujo sanguíneo, lo que favorece y acelera la reparación de los tejidos.

ROTURAS FIBRILARES

ROTURAS FIBRILARES

Una rotura fibrilar es una lesión en la que se afectan las fibras que forman el vientre muscular. La gravedad de la lesión depende del numero de fibras afectadas.

Se puede producir por una contusión o por un esfuerzo muscular explosivo en un periodo corto de tiempo.

Hay varios factores que pueden contribuir a la lesión como por ejemplo cuando el músculo está fatigado y se le sigue exigiendo actividad, un mal calentamiento antes de la actividad física o situaciones similares.

En cuanto al tratamiento se aconseja las primeras 48 – 72 horas reposo, hielo para bajar la inflamación, Thrombocid aplicado en casos de hematoma y vendaje comprensivo.

Pasado ese tiempo es aconsejable acudir al fisioterapeuta que valorará la rotura y empezará a tratarla. El tratamiento esta encaminado a reducir la inflamación y adelantar la recuperación. La aplicación del masaje es fundamental en el tratamiento para romper las adherencias que se hayan formado tras la lesión para que el músculo no pierda elasticidad. Así como otras técnicas como estiramientos,vendajes neuromusculares,etc.

LESIONES MENISCOS

LESIONES MENISCOS

El menisco es un cartílago situado en el interior de la articulación de la rodilla. Tiene forma semilunar y su principal función es aumentar la profundidad de la superficie relativamente plana de la parte superior de la tibia. Cuando se habla de la lesión de uno o ambos meniscos, se habla del daño o ruptura de estas estructuras como resultado de varios factores como fuerzas compresoras, tracciones o una combinación de ambas.

El tratamiento fisioterapeútico consta de diversas técnicas, crioterapia( durante las primeras 24-36 horas, así como evitar que la articulación soporte peso),termoterapia, movilizaciones, articulares etc. Una vez reducida le lesión es necesario iniciar un programa de ejercicios de rehabilitación para fortalecer la musculatura.

LESIONES LIGAMENTOS

Las lesiones de los ligamentos pueden ser torsiones, roturas o desgarros parciales.
Los síntomas son distintos según la gravedad de la lesión, pueden ir desde un derrame sanguíneo, acompañado de inflamación y limitación de la movilidad a causa del dolor, hasta una articulación inestable.

La actuación precoz del fisioterapeuta en este tipo de lesiones es decisiva para su recuperación. Existen variedad de técnicas para ello: vendajes, movilizaciones, manipulaciones etc.

TENDINITIS

TENDINITIS

Es la inflamación, irritación e hinchazón de un tendón, la estructura fibrosa que une el músculo con el hueso. En muchos casos, también se presenta tendinosis (degeneración del tendón).

El estiramiento y fortalecimiento por parte del fisioterapia es esencial, y puede restaurar la capacidad del tendón para funcionar apropiadamente, mejorar la cicatrización y prevenir lesiones futuras.

CONTUSIONES

CONTUSIONES

Una contusión es el aplastamiento y rotura de vasos sanguíneos de un músculo, generalmente a un nivel superficial (cercano a la piel). La causa es siempre un golpe violento. La gravedad depende en su mayor parte de dónde se ha recibido el golpe.

Los fisioterapeutas las abordan con técnicas analgésicas, antiinflamatorias y drenaje en caso de hematoma y/ o edema.

DISTENSIONES

DISTENSIONES

Son lesiones en las que se produce un estiramiento excesivo del músculo como consecuencia de un esfuerzo demasiado grande, que puede llevar a la rotura fibrilar del músculo.

La labor del fisioterapeuta es reeducar al paciente en cómo realizar un buen entrenamiento y estiramiento de los diferentes grupos musculares.

Columna Vertebral

La fisioterapia ocupa un papel trascendental en el tratamiento de las afecciones comunes de la columna vertebral, como pueden ser la escoliosis y las protusiones y hernias discales.

HIPERLORDOSIS

HIPERLORDOSIS

Es el aumento de la concavidad posterior de la columna vertebral, habitualmente en la zona lumbar aunque también puede darse en la cervical. En la mayoría de los casos, su causa es desconocida y aparece desde que se forma el esqueleto. Pero se sabe que su aumento puede estar provocado por lo siguiente: los zapatos de tacón, hábitos posturales, en bailarines por posturas de danza como el cambré, por una debilidad de la musculatura abdominal y lumbar, por un acortamiento de la musculatura isquiotibial, en casos de obesidad en la que se produce un desplazamiento anterior del centro de gravedad, y además, durante el embarazo.

Algunos estudios sugieren que la hiperlordosis puede aumentar la carga que soportan las articulaciones facetarias y, eventualmente, eso puede acelerar su desgaste. En sí misma no requiere tratamiento. El ejercicio físico adecuado, , suele ser suficiente para compensar el eventual riesgo de sobrecarga de las articulaciones facetarias.

Tratamiento: Primeramente hay que analizar las posibles causas que provocan tal descompensación para tratar la hiperlordosis correctamente. El tratamiento en consulta se basa en tratar estas descompensaciones y prescribir el ejercicio físico adecuado adaptado por el FISIOTERAPEUTA al caso específico de cada paciente con el objetivo de corregir la descompensación muscular.

Una disfunción visceral unida a una debilidad en la musculatura abdominal provoca que el tejido visceral pierda su posición arrastrando anteriormente así a la columna lumbar, siendo una causa muy habitual de hiperlordosis. En estos casos el tratamiento visceral es imprescindible a fin de reequilibrar el sistema visceral facilitando así la corrección de la hiperlordosis.

HIPERCIFOSIS

HIPERCIFOSIS

Consiste en el aumento de la concavidad anterior de la columna dorsal, es la típica joroba que se forma en la parte alta de la espalda. Además de esta prominente curvatura, la hipercifosis conlleva: 

  • Aumento anterior de las vértebras(núcleo pulposo desviado hacia atrás).
  • Ligamentos posteriores elongados.
  • Músculos erectores raquídeos elongados e inhibidos.
  • Costillas y tórax aplanados, déficits en la ventilación normal.
  • Proyección de la cabeza hacia delante.
  • Proyección y prominencia de las escápulas hacia atrás.
  • Hombros en antepulsión (retracción de pectorales).
  • Compensación lumbar: Hiperlordosis.
  • Báscula de la pelvis hacia delante: anteversión.

En la mayoría de los casos se debe a la adopción prolongada de posturas inadecuadas o a que falta potencia en la musculatura paravertebral. Pero, en una pequeña proporción de los adolescentes con hipercifosis, la deformación no se debe a los vicios posturales ni a la falta de musculatura, sino a una anomalía en el proceso de osificación de las vértebras dorsales, conocida como enfermedad de Scheuermann.

Por último, existen otras causas de hipercifosis que no son realmente patologías mecánicas del raquis, como infecciones tuberculosas de la vértebra, o aplastamientos vertebrales por osteoporosis.

La corrección de los vicios posturales y el ejercicio adecuado, adaptado por el fisioterapeuta al caso específico de cada paciente, suele ser suficiente para corregir la hipercifosis y prevenir o tratar los dolores que puedan existir.

La contractura aparece esencialmente cuando se exige al músculo un trabajo superior al que puede realizar, ya sea intenso y puntual -por ejemplo, un esfuerzo excesivo- o mantenido y menos intenso -por ejemplo, mantener unas horas una postura inadecuada-. Por otra parte, algunas anomalías de la columna vertebral o desequilibrios de la musculatura favorecen que unos grupos musculares estén trabajando constantemente más de lo necesario, lo que les predispone a contracturarse.

Eso mismo ocurre cuando falta potencia a la musculatura y se le exige que realice esfuerzos que exceden su capacidad. En ese tipo de situaciones es fundamental hacer el ejercicio adecuado para cada caso específico, con el fin de contrarrestar esa tendencia y evitar la repetición de las crisis.

La contractura muscular causa dolor de espalda por varios mecanismos:

  • -La contractura de un músculo activa directamente los nervios del dolor que están en él, desencadenando dolor de espalda.
  • -Además, el músculo contracturado puede comprimir la arteria, disminuyendo su riego sanguíneo. En esa situación se forma un círculo vicioso porque el músculo con menos riego tiende a contracturarse más fácilmente y, además, la falta de sangre activa más los nervios del dolor.

Si esa situación se mantiene un período prolongado o se repite con frecuencia, el músculo se contractura cada vez con mayor facilidad. En esa situación, hacer el ejercicio físico adecuado es fundamental para romper esa tendencia.

La fisioterapia, que consiste en la aplicación de calor, masajes y la realización de determinados ejercicios, es imprescindible para la recuperación de este tipo de lesiones. El masaje actúa de dos formas: en primer lugar evita que se formen adherencias en el foco inflamatorio, y puede eliminar las de formación reciente, y en segundo lugar, la fricción que proporciona el masaje aumenta el flujo sanguíneo, lo que favorece y acelera la reparación de los tejidos.

ESCOLIOSIS

ESCOLIOSIS

Un esguince es la rasgadura, torsión, distensión o estiramiento excesivo de algún ligamento(banda resistente de tejido elástico que une los extremos óseos en una articulación). Se produce debido a un movimiento brusco, caída, golpe o una fuerte torsión de la misma, que hace superar su amplitud normal.

Los esguinces causan dolor, inflamación e impotencia funcional. Su tiempo de recuperación varía en función de la gravedad y la cronicidad de la lesión. Se distingue entre esguinces leves (los ligamentos están simplemente distendidos), y esguinces graves (los ligamentos están rotos).

Son más comunes en el tobillo, codo, muñeca, pulgar, cuello y algunas zonas como la columna vertebral, aunque también afectan a otras regiones corporales.

Se pueden emplear una gran variedad de técnicas y métodos de fisioterapia para tratar un esguince dependiendo de la fase en la que se encuentre. Destacan fundamentalmente la crioterapia, vendajes funcionales y neuromusculares, drenaje manual, movilizaciones, manipulaciones, masaje cyriax, técnicas propioceptivas, etc.

PROTRUSIONES DISCALES

PROTRUSIONES DISCALES

Cuando hay lesionados en los accidentes de tráfico o atropellos se producen una serie de lesiones que son más frecuentes: esguince cervical, síndrome del latigazo cervical, contracturas, protrusiones y hernias discales, dorsalgias, lumbalgias, esguinces, fracturas, luxaciones etc.

Por lo que es necesario abordarlas con seguimiento médico y tratamiento fisioterápico.

HERNIAS DISCALES

HERNIAS DISCALES

Una luxación es toda lesión cápsulo-ligamentosa con pérdida permanente del contacto de las superficies articulares, que puede ser total (luxación) o parcial (subluxación).

La actuación del fisioterapeuta en este tipo de lesiones es prioritaria para evitar anquilosis y la pérdida de movilidad, así como las posibles deformaciones que se pueden derivar de la inmovilización.

Embarazadas

Ser madre es uno de los momentos más especiales de la vida de una mujer. Son nueve meses en los que se producen numerosos cambios en nuestro cuerpo: hormonales, emocionales, cambios físicos, molestias, inseguridades y miedos… pero sobretodo, son nueve meses de ilusión irrepetibles. En la medida en que tengamos más información y cuanto más se trabaje sobre ambos aspectos, más preparadas estaremos para el momento del parto. Esto se traduce en el disfrute en plenitud de todo el proceso del embarazo y sobre todo del parto.
Gracias a la fisioterapia tener un embarazo saludable en el que la madre disfrute de su estado, cuide su cuerpo y lo fortalezca para tener un buen parto es posible.

Refuerzo de Suelo Pélvico

Refuerzo de Suelo Pélvico

El suelo pélvico es un conjunto de músculos y ligamentos que sostienen los órganos de la pelvis, cierran los esfínteres y ayudan a la estabilidad de las articulaciones pélvicas. Se localiza en la parte inferior de la pelvis, cerrando el compartimiento abdominal.

Durante el embarazo, por el aumento de peso de la futura mamá, y la dilatación que sufre el periné para permitir la salida del bebé, se debilita la musculatura de la zona, lo que puede ocasionar problemas como incontinencia urinaria, prolapso (caída del útero y la vejiga) o disfunciones sexuales. Es importante que la futura mamá conozca estos músculos y que los entrene antes, durante y después del embarazo.

Por eso es conveniente acudir a un fisioterapeuta con el objetivo de que te explique cómo realizar ejercicios de conciencia corporal para notar esta musculatura y así poder trabajarla y tonificarla. Una vez aprendida la contracción del suelo pélvico, por ejemplo mediante los conocidos ejercicios de Kegel, se puede programar series de contracciones mantenidas durante unos segundos que podremos realizar en nuestra propia casa.

Preparto

Preparto

La función del fisioterapeuta es la de recuperar o entrenar el sistema músculo-esquelético. En el caso del embarazo, serán objetivos del fisioterapeuta: trabajar la musculatura abdominal para poder minimizar su distensión, trabajar la musculatura del suelo pélvico, y, en definitiva, el entrenamiento físico para el parto.

Una mujer embarazada sufre una serie de cambios físicos, orgánicos y mentales. Durante nueve meses la futura madre pasará por momentos de alegría, de miedo, de dudas y por un afán de búsqueda de información. Durante esta época es importante que reciba un curso de preparación al parto, con el fin de obtener la información teórico-práctica necesaria para mejorar el estado físico, prevenir las molestias asociadas al embarazo, romper el círculo de «miedo-tensión-dolor» y prepararse para el parto.

Una mujer entrenada es más activa y participativa en el parto y por regla general, reduce el esfuerzo y tiempo de parto, además de agilizar su recuperación física.

Molestias físicas frecuentes en la embarazada

Molestias físicas frecuentes en la embarazada

Dolor de espalda: aparece por el aumen¬to de la tensión muscular y en los tejidos por el incremento de volumen mamario. El más frecuente es el dolor lumbar. El au¬mento de la lordosis lumbar puede someter a un exceso de presión a las pequeñas ar¬ticulaciones que se sitúan entre las vérte¬bras. Los músculos de la parte posterior del tronco tienen que trabajar mucho más para mantener equilibrada la postura, por lo que es frecuente la aparición de dolor lumbar.

Sacroileítis y dolor en el pubis: o lo que es lo mismo, dolor debido a la inflamación de las articulaciones del sacro con la pelvis en la parte baja de la espalda y dolor en la articulación entre las dos ramas púbicas. Durante el embarazo aumenta de la secre¬ción de una hormona llamada relaxina, que ablanda los tejidos que rodean las articu¬laciones facilitando su movimiento para acomodar el creciente tamaño del feto en la pelvis. Como consecuencia, es frecuente la aparición de inestabilidad y por lo tanto estrés y dolor en estas regiones.

Ciática: por compresión de las raíces ner¬viosas a su salida entre las vértebras lum¬bares, que se encuentran más juntas por el aumento de la curvatura lumbar o por la contractura de los músculos de la región glútea, a los que atraviesa el nervio ciático.

Hinchazón en piernas y pies: la compre¬sión creciente que ejerce el feto en la vena cava, situada en la pelvis, sumada a la re¬lajación del tejido muscular que forma las
paredes de las venas de la que es respon¬sable otra hormona del embarazo llama¬da progesterona, hacen que el retorno de la sangre venosa al corazón sea más lento, acumulándose los líquidos que ésta trans¬porta en las piernas y los pies. El drenaje linfático manual ayuda mucho a las embarazadas con este problema.

Calambres musculares en las pantorrillas: son contracciones muy dolorosas e involuntarias de los músculos gemelos, y que se dan principalmente durante la noche. Se suelen atribuir al déficit de calcio, magnesio y algunas vitaminas, algo propio del emba-razo, así como a la fatiga de esta musculatu¬ra por los cambios posturales y el aumento de peso de la mujer.

Incontinencia urinaria: es principalmente de esfuerzo, se produce al toser, al estornu-dar o al hacer ejercicio y suele aparecer en el tercer trimestre de embarazo. Es habitual por el peso del útero sobre la vejiga y sobre el suelo pélvico, por la relajación de esta musculatura inducida por la progesterona o por un suelo pélvico previamente débil.

Postparto

Postparto

Sin embargo, en algunas ocasiones pueden surgir situaciones inesperadas. Es posible que el parto no sea finalmente como lo habíamos previsto, o que los médicos tengan que recurrir a la cesarea. En estos casos, el haber llevado a cabo la preparación nos puede ayudar a minimizar las secuelas de un parto más traumático y acelerar nuestra recuperación.

Por esta razón, además, se recomienda que después de dar a luz la madre se haga una valoración postparto para poder analizar cómo han quedado todos los tejidos después del parto. Esto es especialmente necesario en mujeres multíparas (mujeres con más de un parto) ya que a medida que se tienen más hijos el suelo pélvico se va debilitando cada vez más, incluso aunque los partos hayan sido por cesárea.

El suelo pélvico no sólo se debilita por la salida del bebe a través del canal del parto sino también por los nueve meses de gestación en los que ese suelo pélvico, que actúa como una hamaca de todas las vísceras pélvicas, está sometido al aumento de peso del bebe.

Con la fisioterapia postparto se recupera la función muscular de la pared abdominal sin lesionar el suelo pélvico, se recupera la función de los músculos del suelo pélvico y si hay cicatrices, como la de la episiotomía o la de la cesárea, se tratan, evitando que creen adherencias y acelerando el proceso normal de recuperación.

Neurología

La fisioterapia neurológica es la parte de la fisioterapia que va encaminada al tratamiento de las alteraciones debidas a una afectación del sistema nervioso central o periférico. La fisioterapia neurológica pone a disposición del paciente con daño cerebral, una serie de conocimientos dirigidos a mejorar, entre otros aspectos, la calidad y la eficacia de los movimientos, el control postural, mejorar la marcha, la estabilidad, reducir la espasticidad, los temblores, la fatiga y a la búsqueda de la autonomía, la independencia en la vida diaria y mejorar así la calidad de vida tanto del paciente como del familiar o cuidador. Para estos pacientes la fisioterapia neurológica es muy importante como coadyuvante al tratamiento farmacológico encaminado a disminuir todo este tipo de síntomas. Ejemplos de enfermedades que pueden recibir tratamiento de fisioterapia son: Parkinson, hemiplejias, ataxia, parálisis cerebral infantil «PCI», paraplejía, espina bífida, distrofia Muscular… y además estas tres patologías que describimos a continuación.

Ela

Ela

Esta enfermedad, comúnmente conocida como ELA, es una enfermedad neurológica degenerativa de causa desconocida clasificada dentro de las enfermedades neuromusculares. Se origina cuando unas células del sistema nervioso central llamadas motoneuronas disminuyen gradualmente su funcionamiento y mueren, provocando una parálisis muscular progresiva. Dependiendo que tipo de motoneurona este afectada tendremos una sintomatología u otra: motoneurona primaria (predominancia de la flacidez) y motoneurona secundaria (mayor presencia de espasticidad).

El nombre de la enfermedad, descrita por primera vez en 1869 por el médico francés Jean Martin Charcot (1825-1893), especifica sus características principales:

  • «esclerosis lateral» indica la pérdida de fibras nerviosas acompañada de una «esclerosis» o cicatrización glial en la zona lateral de la médula espinal, región ocupada por fibras o axones nerviosos que son responsables últimos del control de los movimientos voluntarios.
  • «amiotrófica», por su parte, señala la atrofia muscular que se produce por inactividad muscular crónica, al haber dejado los músculos de recibir señales nerviosas.

La enfermedad afecta, especialmente, a personas de edades comprendidas entre los 40 y 70 años, más frecuentemente en varones y entre los 60 y 69 años. En la ELA, las funciones cerebrales no relacionadas con la actividad motora, esto es, la sensibilidad y la inteligencia, se mantienen inalteradas. En ningún momento se afectan las facultades intelectuales, ni los órganos de los sentidos (oído, vista, gusto u olfato) ni hay afectación de los esfínteres que controlan la micción y defecación ni de la función sexual. Por otro lado, apenas resultan afectadas las motoneuronas que controlan los músculos extrínsecos del ojo, por lo que los enfermos conservan los movimientos oculares hasta el final.

Los síntomas son parecidos en todos los pacientes, pero es importante decir que existen casi tantos cuadros clínicos como enfermos de ELA, en lo que se refiere al inicio, la afectación y a la evolución de la enfermedad. La progresión de la enfermedad es normalmente irregular, es decir, asimétrica (la enfermedad progresa de modo diferente en cada parte del cuerpo). A veces, la progresión es muy lenta, desarrollándose a lo largo de los años y teniendo períodos de estabilidad con un variable grado de incapacidad.

La debilidad y rigidez muscular implica dificultad a la hora de andar y la dificultad de coordinación en alguna de sus extremidades (las manos, especialmente, en lo que se refiere a inconvenientes a la hora de realizar determinadas actividades cotidianas). Progresivamente, aparecen movimientos musculares anormales  como fasciculaciones, espasmos, calambres o debilidad, o una anormal pérdida de masa muscular o de peso corporal. Esto termina por provocar problemas para masticar, tragar y respirar, llegándose a la necesidad de recurrir a la ventilación mecánica y a la alimentación por sonda en el último estadío. En algunos casos, aparecen síntomas relacionados con alteraciones de la afectividad (llanto, risas inapropiadas o, en general, respuestas emocionales desproporcionadas como reacción a la afectación física) denominados labilidad emocional y que en ningún caso significa que exista un auténtico problema psiquiátrico.

El tratamiento de la ELA se debe realizar desde un abordaje multidisciplinar: neurólogo, psicólogo, logopeda, fisioterapeuta, enfermero y terapeuta ocupacional. La figura del fisioterapeuta juega un papel fundamental para estos pacientes, puesto que la medicación que actualmente existe no hay evidencia científica de que sea efectiva.

La fisioterapia en la ELA se encamina sobre todo a mantener el mayor nivel de calidad de vida del paciente, mejorando su adaptación al entorno y aumentando su autonomía, resolviendo en la medida de lo posible las complicaciones que vayan surgiendo.

Objetivos generales y tratamiento de fisioterapia

  • Reeducar e intentar mantener hasta el último momento el control voluntario del movimiento con cinesiterapia activa o activa-asistida.
  • Mantener el tono, la longitud muscular y la amplitud de movimiento articular mediante movilizaciones articulares y estiramientos.
  • Mejorar la coordinación, el equilibrio y estimular la marcha (insistir en la prevención de caídas).
  • Atención a la fatiga muscular: provocado por el constante trabajo que involuntariamente y de forma constante están realizando los músculos de estos pacientes.
  • Estimular toda experiencia sensitiva y mantener la experiencia de movimiento normal a lo largo de la enfermedad.
  • Tratar y vigilar cualquier disfunción respiratoria, maximizar la ventilación y el intercambio gaseoso, ayudar a expulsar las secreciones mediante técnicas de fisioterapia respiratoria.
  • Prevenir deformidades, por ejemplo en los pies, que pierden la flexión dorsal y quedarse en una posición llamada equina.
  • Enseñar el manejo de ayudas técnicas.
  • Ergonomía postural en cada fase de la enfermedad.
Ictus

Ictus

En España, el ictus es la primera causa de muerte en mujeres y la segunda en hombres. También es la primera causa de discapacidad grave. El término ictus o enfermedades cerebrovasculares,  hace referencia a cualquier alteración brusca de la circulación cerebral. Esta enfermedad se conoce popularmente con varios nombres: apoplejía, derrame cerebral, hemorragia cerebral,  embolia cerebral,  trombosis, infarto cerebral, etc.

Cada ictus es diferente y   las personas que lo padecen están afectadas de diferentes maneras según el área del cerebro dañada. Dependiendo de si el ictus es isquémico (alteración de la llegada de la sangre al cerebro) o hemorrágico (las arterias se rompen a causa de un aumento de presión arterial o malformación) hay que tener en cuenta unos factores de riesgo u otros, pero en términos generales, el riesgo de padecer esta enfermedad está asociado a la hipertensión arterial, las arritmias cardíacas u otras enfermedades del corazón, diabetes, dislipemias (niveles elevados de colesterol), obesidad, tabaquismo, consumo de alcohol excesivo, sedentarismo o inactividad física.

La característica principal del ictus es que cualquiera de estos síntomas se presenta de manera brusca. Es muy importante acudir a urgencias si se nota alguno de estos síntomas:

  • Pérdida de fuerza de un lado del cuerpo, de inicio brusco.
  • Trastornos de la sensibilidad de un lado del cuerpo.
  • Alteración repentina del habla.
  • Dolor de cabeza de inicio súbito e intensidad inhabitual.
  • Desequilibrio, inestabilidad e incapacidad para caminar.
  • Pérdida de visión, parcial o total.

Es muy importante saber identificar los signos de la enfermedad para poder llamar a los servicios de urgencias rápidamente. La rapidez en el tratamiento es fundamental para salvar la vida del paciente y minimizar las secuelas del ictus.

Fisioterapia en el ictus

Es muy importante empezar la fisioterapia lo antes posible, ya que es un factor relevante para la recuperación del paciente. Cada paciente es diferente, ya que las zonas del cerebro dañadas varían de una persona a otra. Por ello, la recuperación de las capacidades no es igual en todos los pacientes. Además, influyen otros factores importantes como es la edad, los factores de riesgo, y el estado general del paciente.

La fisioterapia tiene como objetivos mejorar las capacidades afectadas, recuperar el mayor grado de independencia y aumentar la calidad de vida del paciente. En este proceso, es importante la colaboración e implicación directa de la familia.

Mediante la estimulación y diferentes técnicas, los fisioterapeutas tratan las diferentes alteraciones del paciente basándose en la plasticidad neuronal. La plasticidad neuronal es la capacidad adaptativa del Sistema Nervioso para minimizar los efectos de las lesiones a través de modificar su propia organización estructural y funcional. Algunas de las alteraciones que trata un fisioterapeuta tras un ictus son:

  • Alteraciones del movimiento y de la coordinación
  • Alteraciones del tono muscular
  • Alteraciones del control postural y del equilibrio
  • Incapacidad para caminar
  • Alteraciones sensitivas
  • Trastornos cognitivos
  • Alteraciones de la función pulmonar

El fisioterapeuta también enseñará al paciente y a su familia, la forma de realizar las transferencias (cambios de postura), cómo colocarse para dormir y otras actividades de la vida diaria (AVD). Sin embargo, es importante que el paciente haga todo lo que le sea posible dentro de sus posibilidades, para estimular así su recuperación.

Esclerosis Múltiple

Esclerosis Múltiple

La esclerosis múltiple es la enfermedad neurológica más frecuente en adultos jóvenes en España, que afecta a miles de personas. La esclerosis múltiple es una enfermedad del sistema nervioso central (cerebro y médula espinal). El sistema nervioso central controla las acciones del cuerpo y actividades, tales como el movimiento y el equilibrio. Cada fibra nerviosa del sistema nervioso central está rodeada por una sustancia llamada mielina. La mielina ayuda a los mensajes del cerebro a viajar de forma rápida y sin problemas por el resto del cuerpo. En la esclerosis múltiple, la mielina se daña. Esto interrumpe la transmisión de estos mensajes. El resultado puede ser múltiples áreas de cicatrización (esclerosis) y, finalmente, este daño puede retrasar o bloquear las señales nerviosas que controlan la coordinación muscular, la fuerza, la sensibilidad y la visión.

La esclerosis múltiple puede ocurrir a cualquier edad, pero los síntomas son en su mayoría por primera vez entre las edades de 20 y 40 años. Las mujeres tienen más del doble de probabilidades de desarrollar esclerosis múltiple que los hombres.

La esclerosis múltiple es una enfermedad de por vida, pero no es terminal, normalmente cursa en brotes durante los cuales se produce un agravamiento de los síntomas de manera temporal. Sin embargo, la mayoría de las personas con EM pueden esperar vivir tanto como una persona sin la enfermedad. Sin embargo, una minoría de pacientes (alrededor del 20%) con esclerosis múltiple tiene una vida considerablemente más corta.

La fisioterapia en la esclerosis múltiple

El tratamiento de fisioterapia en la EM debe ser constante pero es especialmente importante tras cada brote o empeoramiento y cuando se aplican tratamientos médicos, tales como toxina botulínica u otros que tratan de modular la progresión de la enfermedad, para complementar y alcanzar el mejor nivel funcional lo antes posible. En las sesiones de fisioterapia se realizará un tratamiento sintomático. Para conseguir los siguientes objetivos:

  • Reeducación de la marcha y la propiocepción.
  • Mantenimiento o mejora de la fuerza en MMSS (miembros superiores), MMII (miembros inferiores) y tronco.
  • Mejora del equilibrio y la coordinación.
  • Reducción de la espasticidad del miembro afectado.
  • Mejora del arco articular de las articulaciones del tobillo.
  • Mejora de la fatiga.
  • Prevención de complicaciones.
  • Asesoramiento en ayudas técnicas (bastón, muletas, andadores…)

Aplicaremos diferentes técnicas y realizaremos ejercicios adaptados a las características particulares de cada paciente que, pueden modificarse incluso de un día para otro. Es importante tener especial atención a un síntoma muy común en los afectados por EM, la fatiga, por tanto es importante seguir las siguientes pautas:

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  • No se repetirá más de 10 veces cada movimiento.
  • Se intercalarán periodos de descanso, si es necesario.
  • Los lastres o pesas utilizados en los ejercicios contra resistencia no superarán los 2 kilogramos.
  • El ambiente de trabajo tendrá una temperatura adecuada.